Este blog pretende ofrecer información sobre temas relacionados con la infancia. en él iré publicando mis reflexiones. te invito a que lo leas y dejes tu comentario.

domingo, 6 de julio de 2008

Llegó el hermanito


Tenemos un hijo, pero nos decidimos a darle un hermanito. Resulta común escuchar comentarios como…
- “Ya no me atienden, solo quieren a ese”
- “¿Me cargas a mi? ¿No te preocupa que yo no quiera comer?”
Los celos y la idea de ser desplazado del centro de la atención y los cuidados de los padres resultan traumáticos para los hijos mayores. Esto es muy difícil de tratar, aún cuando los preparemos con tiempo para el acontecimiento.
- Si quieres unos consejillos ahí van, pero recuerda que no tienen efectos milagrosos, aún cumpliendo con todos no será fácil lidiar con el “mayorcito”.
- Háblale de lo bueno que será tener un hermano.
- Hazlo partícipe de los preparativos.
- Dale participación en el cuidado del bebé.
- No descuides sus asuntos. Que no sienta que lo atiendes menos.
- Míralo cuando te hable, deja un momento el pañal.
- Deja que lo cargue y no le prohíbas besarlo. Eso sí, que cuide de lavarse las manos, etc.
- Trátalo con amor y paciencia, tienes menos tiempo pero no le hagas ver que se lo quitas a él para dárselo al hermanito.
Si te parece que faltan consejos añade los tuyos, cuéntame cómo ha ido en tu caso y dime si estos te han resultado de utilidad.

¿Pueden evitarse los accidentes?



Casi el total de los accidentes puede prevenirse y por tanto evitarse y en caso de resultar inevitables al menos podemos aligerar las consecuencias:
· No dejes objetos peligrosos al alcance de los niños: cuchillos, frascos de cristal, tijeras, objetos pequeños como canicas, botones, alfileres…
· Ponga los medicamentos fuera de su alcance.
· No deje que se acerquen a la cocina cuando esté en plena faena. No revuelvas la cena con el bebé en brazos.
· Los pomos con desinfectantes, legía y otros químicos nocivos siempre fuera de su alcance.
· No envase líquidos nocivos en pomos que antes tuvieron alimentos, el niño puede querer tomarlos.
· Enseñe desde pequeño a su hijo a esperar por usted para cruzar la calle, a respetar las señales y sobre todo a obedecerle cuando le diga: ¡Detente!
· No deje que juegue en lugares peligrosos.
· No le compre juguetes restringidos para su edad.
· No le deje solo en el baño si es pequeño. Cuidado con la transportación de agua caliente.
· No deje cubos de agua llenos, si es menor de tres años.
· Baterías de autos, lejos de su alcance.
· Proteja los tomacorrientes. Pero sobre todo enséñele a no tocarlos.
· Nunca lo lleve en el asiento delantero del coche.
· Proteja siempre a su bebito con un asiento para coches y si es mayor con el cinturón.
· No confíe el cuidado de un pequeño a su hermano mayor, es otro niño y no tiene igual responsabilidad y capacidad de ver el peligro.
· No lo pierda de vista.
· Enséñele siempre que pueda donde están los peligros y qué hacer para evitarlos. Esta es la medida más útil.

sábado, 5 de julio de 2008

¿Pueden evitarse los accidentes?

Casi el total de los accidentes puede prevenirse y por ente evitarse y en caso de resultar inevitables al menos podemos aligerar las consecuencias:

  • No dejes objetos peligrosos al alcance de los niños: cuchillos, frascos de cristal, tijeras, objetos pequeños como canicas, botones, alfileres…
  • Ponga los medicamentos fuera de su alcance.
  • No deje que se acerquen a la cocina cuando esté en plena faena. No revuelvas la cena con el bebé en brazos.
  • Los pomos con desinfectantes, legía y otros químicos nocivos siempre fuera de su alcance.
  • No envase líquidos nocivos en pomos que antes tuvieron alimentos, el niño puede querer tomarlos.
  • Enseñe desde pequeño a su hijo a esperar por usted para cruzar la calle, a respetar las señales y sobre todo a obedecerle cuando le diga: ¡Detente!
  • No deje que juegue en lugares peligrosos.
  • No le compre juguetes restringidos para su edad.
  • No le deje solo en el baño si es pequeño. Cuidado con la transportación de agua caliente.
  • No deje cubos de agua llenos, si es menor de tres años.
  • Baterías de autos, lejos de su alcance.
  • Proteja los tomacorrientes. Pero sobre todo enséñele a no tocarlos.
  • Nunca lo lleve en el asiento delantero del coche.
  • Proteja siempre a su bebito con un asiento para coches y si es mayor con el cinturón.
  • No confíe el cuidado de un pequeño a su hermano mayor, es otro niño y no tiene igual responsabilidad y capacidad de ver el peligro.
  • No lo pierda de vista.
  • Enséñele siempre que pueda donde están los peligros y qué hacer para evitarlos. Esta es la medida más útil.


 

martes, 24 de junio de 2008

Cuando tu niño pregunta… ¿por qué?

¿Por qué es azul el cielo? ¿Por qué las estrellas no se caen? ¿Por qué no vuelan las vacas? ¿Por qué crece la hierba? Ufff!!!! Nuestro niño ha llegado a la etapa del por qué. Y vale preguntarnos…. ¿Por qué?

Tu pequeño ya ha pasado la etapa donde lo más importante era reconocerse a sí mismo. Ya es consciente de su personalidad, de su cuerpo y su YO. Ya conoce su familia, su entorno más cercano, tiene dominio de su cuerpo y está listo para reconocer el resto: el mundo que lo rodea. La principal fuente de información somos nosotros, los padres, que seguramente LO SABEMOS TODO y que seguramente también NO LO DEJAREMOS EXPERIMENTARLO TODO.

Esta etapa de la niñez es muy linda, no solo estimula la curiosidad y la capacidad de análisis del niño, sino que estrecha las relaciones familiares y hace que ganemos en confianza y comunicación. Muchas veces para salir del paso le damos al niño cualquier respuesta, porque la verdad, a veces nuestro niño se pasa de rosca, pero mucho cuidado, podemos provocar muchos trastornos:

  • Si le damos respuestas incorrectas o tontas y luego, al repetirlas, son motivo de burla. Podemos perder su confianza.
  • Si nos molestamos porque nos agobia con tantas preguntas se limitará a buscar otro referente o simplemente se volverá más introvertido.
  • Si evadimos la pregunta y le restamos importancia atentaremos contra su capacidad de reflexión y su autoestima.

Ah… si en cambio aprovechamos cada pregunta del niño:

  • Motivamos a que el niño reflexione, le hacemos preguntas a él relacionadas con la suya.
  • Le damos siempre una explicación lógica, ajustada a sus posibilidades de comprenderla, con ejemplos y valoraciones personales.
  • Le ayudamos a relacionar su pregunta con fenómenos y objetos, con el mundo que lo rodea, con las personas que conoce.
  • Si aprovechamos cada pregunta para hacerle una historia, una anécdota.
  • Si le hacemos nosotros mismos preguntas a él que lo ayuden a llegar solo a la respuesta.

Entonces lograremos:

  • Mayor comunicación y un clima favorable para el aprendizaje.
  • Que el niño aumente su autoestima.
  • Despertaremos su curiosidad y afán de descubrir. Los más creativos tuvieron siempre atención a sus por qué.
  • Sabrá por nosotros que todo, o casi todo puede tener solución y respuesta.
  • Que no siempre tenemos las respuestas pero que podemos buscar en muchas partes: diccionarios, amigos, abuelos, internet…
  • Que todo en el mundo se relaciona y que él mismo es parte de este increíble universo.

Recuerda que cualquier conocimiento puede llegar al niño por muy complejo que sea siempre que ajustemos nuestros códigos y sepamos graficarlos, ajustarlos a su experiencia y capacidad de análisis. La curiosidad del niño es una puerta a su desarrollo personal y social.

Y ahora… ¿Por qué no me comentas algo sobre este tema? Ah… ¿Por qué?


 

lunes, 23 de junio de 2008

¿Tu niño se resiste a comer?

¿Cuantos no hemos perdido la paciencia ante la inapetencia de nuestros hijos? Algunos por rachas y otros de forma constante, la resistencia a comer puede tener múltiples causas y consecuencias, así que en caso de reincidencias es conveniente consultar al pediatra. No obstante muchas veces el niño aprovecha la hora de la comida para llamar la atención de los padres, que se esmeran de lo lindo para lograr que abra la boca. He aquí algunos consejillos que a muchos pueden ser de utilidad:
1. No hagas de la hora de la comida algo extraordinario.
El niño debe asumir que la comida es algo natural, como el baño o el sueño. Si nota que te saca de tus casillas va a abusar hasta el límite. Si se resiste a comer simplemente retírale el plato. Ah, muy importante, no le brindes golosinas en lugar de la comida.
2. Adapta a tus hijos a comer en un horario fijo.
El desorden a la hora de suministrar alimentos a tus hijos puede terminar en inapetencia, irritación, etc. Cuando lo adaptas a un horario estable el mismo niño te pedirá el alimento. Es importante guardar distancia entre las meriendas y las comidas fuertes.
3. Haz que el niño conozca los beneficios de los alimentos.
No solo ayudará a que tu niño coma con mayor disposición, lo acostumbrarás a comer todo tipo de alimentos aunque no le resulten muy sabrosos. Balancea su dieta y no le pases tus malos hábitos alimenticios, si los tienes. Insístele en que la comida lo ayuda a ponerse fuerte y grande como papá o sus hermanos y que si es fuerte podrá jugar, correr, saltar…
4. No premies a tu niño con el postre.
Si al terminar de comer le ofreces un postre “como premio” el niño le dará mayor valor a este último. Ofrece los postres como cierre de la comida simplemente.
5. Dale participación en la elaboración de la comida.
Pídele su ayuda para lavar las verduras, para escoger las legumbres, para ordenar la mesa. La participación en los preparativos de la comida lo motivarán a comer. Es importante que los demás reconozcan su esfuerzo.
6. Prepara los alimentos con cuidado.
Los niños toleran mejor los alimentos poco aliñados y condimentados, cuida la presentación, la temperatura y el toque de sal y azúcar. Recuerda que su paladar es más delicado.
7. De todo un poco.
Limita la cantidad de líquidos durante la comida, evita que los estímulos ambientales distraigan su atención, trata de que el niño coma en familia, junto a todos. Haz de la hora de comer un momento especial, de paz y armonía.

¿Cómo logro que mi hijo mantenga en orden sus juguetes?

No siempre el niño cuenta con un espacio propio donde poner sus juguetes. En muchos casos destinamos para ellos un cajón que va a parar debajo de la cama, donde tiene que “zambullirse” para encontrar algo. Debemos facilitar a los pequeños contendores atractivos y de mediana escala, que pueda arrastrar y cargar. Funcionan muy bien los baúles, de madera o cartón resistente, con cierres sugerentes, adornos y compartimentos divertidos. Enséñelo a clasificar los juguetes, a guardarlos antes de sacar otro, a conservar el envase original, siempre que se pueda. Puede terminar el juego con una competencia contra reloj que motive a recoger todos los juguetes en tiempo record. Participa con ellos de este juego y poco a poco hazlos conscientes de que su esfuerzo tributa al orden y la belleza del hogar.
Los juguetes seguirán inundando nuestros hogares, acompañarán a nuestros pequeños en sus múltiples aventuras, así que tratemos de hacerles un espacio, de que cumplan bien su papel y sobre todo que contribuyan, lo mejor posible, al desarrollo de nuestros pequeños. Recuerde que en esta gran orquesta lúdica nosotros debemos llevar la batuta.

domingo, 22 de junio de 2008

¿Qué hago con los juguetes por los que mi niño ha perdido interés?

Primero, aprender la lección: no comprar juguetes tan sofisticados. Segundo, buscarle otro modo de uso al juguete o a algunos de sus componentes por separado. Esto desarrolla mucho la creatividad del niño, al mostrarle que puede haber más de un modo de usar las cosas. Un buen ejercicio puede ser juagar a encontrarle una nueva utilidad a las partes de un juguete. En caso de que no le encontremos otra forma de uso que motive al niño será preferible invitarlo a donarlo a una ludoteca, regalarlo a un amigo o a un primito menor. Los juguetes en buen estado no deben botarse a la basura, ni deben pasarse a otras manos estando sucios o dañados. Aprovecha la ocasión para desarrollar en tus hijos el espíritu de solidaridad con los demás a la vez que le enseñas que todo lo que posee es fruto de esfuerzo y sacrificio, que debe valorarse, cuidarse y aprovecharse al máximo.